Por Matías Enríquez
«Es el retiro soñado» sostiene un lacrimógeno José Luis Calderón, al referirse a su adiós definitivo de las canchas argentinas. Argentinos ya había consumado su victoria frente a Huracán por 2 a 1. «Bichi» Borghi y los suyos lograron un título que le venia siendo esquivo al club de La Paternal desde hacía 25 años.
A mediados del 2008 se produjo su segundo retorno a Estudiantes, su viejo gran amor. En una inolvidable conferencia de prensa, Caldera se puso límites: «Me voy a retirar en Estudiantes». Año y medio después de esa fecha, y con pocos minutos de juego, Alejandro Sabella tomó la decisión más injusta en la carrera de este enorme deportista, quien había sido goleador en la Libertadores 2006. Que mejor hubiese sido para la carrera de Calderón participar en un Mundial de Clubes. La inclusión de Morales Neumann le bajó la persiana a su carrera. Un final demasiado triste para una carrera de 20 años por Argentina, Italia y México.
Sus cortocircuitos con Verón habian preanunciado su retiro de las canchas… hasta que se cruzó con Borghi. Sabio y justo, el genial Bichi lo aconsejó «usted no puede retirarse así» y rápidamente le sugirió que se retire dentro de la cancha. La camiseta número 14 de Argentinos Juniors ya tenia dueño. Bichi ya le habia modificado el panorama y…el discurso . «Mi carrera amerita un final distinto» sostuvo el 4 de enero de 2010, este voluntarioso y fenomenal deportista, ejemplo para los más jovenes. Con la promesa de jugar solamente 6 meses, Calderón ya había preparado un discurso de presentación frente a sus compañeros. «Vengo a retirarme con un campeonato». Los Borghi Boys se ruborizaron ante las palabras alocadas de Calderón. El objetivo, por aquel entonces, era otro.
El tiempo le iba a dar la razón. Con 41 puntos, Argentinos obtuvo el campeonato siendo el equipo más goleador con 35 tantos. Con el tradicional 3-4-1-2, Borghi logró convencer a sus jugadores de que la gloria era posible. En defensa, Caruzzo se recibió de caudillo mientras el tridente Coria-Caldera-Sosa era quien liquidaba a los rivales en los metros de la verdad. A pesar de ello, los grandes culpables de la consagración del Bicho fueron Ortigoza y Mercier. Juntos desde hace 3 años, el nacionalizado paraguayo -que estará en Sudáfrica- muestra entrega, sacrificio, voluntad y precisión a la hora del manejo de la pelota. Más metedor que técnico, Mercier complementa los otros atributos para lograr simplificar las tareas. Nombrar a estos nombres sin agregar a Sabia, Prósperi, «Cachete» Oberman y Pavlovich es un despropósito.
Con 15 años, Calderón ya había visto como las rabonas de Borghi, la velocidad del «Nene» Comisso y la sapienza de Batista coronaban al Bicho en Argentina, America y el Mundo. Los invito a rememorar aquella fenomenal definición en Tokio contra la Juventus. Hoy, con 40 años y a 25 de aquella epopeya, Calderón coloca su foto en las paredes del Diego Maradona para quedar en la historia del Bicho para siempre. Parafraseando a Caldera: «Una carrera así ahora sí, tiene el final que le amerita».¡Felicitaciones Argentinos por este campeonato! ¡Felicitaciones Calderon por una carrera intachable!