En la retina de aquellos que acudieron al Gigante de Arroyito va a quedar un sabor agridulce. El deseo de que Los Pumas consiguieran su primer victoria en el Rugby Championship –impensado antes del comienzo del torneo pero entusiasmado por la labor del equipo en el mismo– era algo que no sólo nacía de las voces del periodismo sino de las de los propios jugadores. Esta versión gasolera de los Wallabies fomentaba esas ansías de victoria pero no pudo ser. La derrota por 25 a 19 dejó extintas las aspiraciones del equipo de Phelan de alzarse con una primer victoria.
En épocas pasadas, presuponer una victoria de Los Pumas frente a cualquiera de estos tres equipos, los mejores de la tierra en este deporte, era algo utópico. De todas formas, hace tiempo que el conjunto argentino ha empezado a ser considerado un rival de temer para estos equipos y también para los europeos, lo cual no es poca cosa.
Si uno se basa en los números, reinará el pesimismo tras los 6 partidos jugados con 1 solo empate y 5 derrotas, siendo el equipo que menos puntos sumó (80) y que más puntos recibió (166). Sin embargo, la dimensión de los rivales y el buen nivel demostrado en algunos partidos por parte de Argentina deja una estela de optimismo para el futuro, que se sustenta en la consolidación de un grupo de jugadores con experiencia como Albacete, Leguizamón, Guiñazú y Hernández, e interesantes proyectos como González Amorosino, Imhoff, Landajo y Camacho. Párrafo aparte ameritaría Rodrigo Roncero, “el mejor pilar del seleccionado argentino en su historia” tal cual lo reconoció Felipe Contepomi, por su entrega, sacrificio e inagotable voluntad.
Luego de un arranque interesante en la doble cita contra Sudáfrica, Los Pumas comenzaron a sentir el cansancio mucho antes de aquel partido contra Nueva Zelanda en La Plata. El desgaste físico y mental, producto de enfrentarse a los mejores, es algo que no debe ser dejado al azar a la hora de analizar la producción del equipo. Fuera de algunos errores propios por ser el debut en una competición de esta envergadura, la participación del equipo debe ser rescatada como positiva. Los dirigidos por “Tati” Phelan mostraron pasajes de gran nivel con variantes en ofensiva y sobre todo en la labor defensiva, atributo distintivo de este equipo.
En la ventana de Noviembre seguramente se verá cuanto han evolucionado Los Pumas tras esta experiencia en el Rugby Championship, un certamen que dejó en claro el crecimiento del equipo y que presupone un horizonte optimista de cara al futuro inmediato de este equipo.