Por Tomás Oliveto
Rosario – La emoción que transmite este grupo de mujeres junto al cuerpo técnico es tan grande que invade a aquellos amantes del deporte como también lo hace sobre la gente que solo observó el Mundial por como estas chicas defienden la camiseta Argentina. Una y otra vez, la cabeza de este grupo, el Chapa Retegui, repetía “vamos por la gloria” y sin duda que la alcanzaron.
Aymar. La gran figura con sus compañeras.
De la mano de una Luciana Aymar increíble, para la cual no existen palabras para definirla por la actitud, coraje, personalidad y habilidad demostrada partido tras partido, el equipo fue ganando en solidez con el correr del torneo. Las Leonas fueron solidarias de principio a fin, Sole Garcia señaló: “Veo correr a mis compañeras de tal forma para recuperar la bocha, que yo no puedo quedarme parada”. Y sin duda que eso era lo que se transmitían unas a otras, porque el equipo no solo proponía sino que a la hora de defender todas eran una, para volver a construir juego lo más rápidamente posible.
La propuesta y actitud demostrada para luchar cada bocha como si fuese la última, los espectadores también la captaron al colmar el estadio y darle fuerza en todo momento a este grupo de campeonas.
Campeonas y Figuras. Aymar, Barrionuevo y Rebecchi.
Las palabras emoción y satisfacción, junto al hecho de sentirse realizadas, deberían repetirse todo el tiempo al referirse a este grupo. La dedicación que se tuvo es digna de valorar, ya que desde Enero de este año, los entrenamientos no cesaron nunca, hasta triple turno llegaron a tener, dejando de lado muchas veces ciertos aspectos de su vida. Pero el objetivo estaba claro y era uno, disfrutar el Mundial como nunca y no cabe duda que lo hicieron.
No siempre sale campeón el mejor equipo del torneo, pero en este caso si sucedió. “El equipo del pueblo”, tal como afirmó Chapa, mostró tal voracidad e inteligencia que en los primeros 7 minutos de juego se puso 2-0 frente a Holanda. El descuento de las europeas no hizo más que darle una razón extra a Las Leonas para ratificar que eran el mejor equipo del mundo. Con el segundo gol de Carla Rebecchi, el partido se transformó en una fiesta. Las chicas dentro del campo eran reinas una vez más al grito de ¡dale campeón!
Deberíamos hablar de cada una de las chicas, desde la arquera hasta aquellas que quedaron fuera de las 18 mundialistas, pero nos centraremos en una persona, su conductor: el Chapa Retegui. Siempre la cabeza de grupo debe tener las ideas claras, y esta es una de sus principales características. Con empeño, profesionalidad para estar en todos los detalles y un carisma que solo los elegidos tienen, el Chapa junto a su grupo técnico fue perfeccionista al máximo para lograr su objetivo: hacer que su equipo disfrute, sea ambicioso y despliegue gran nivel en la cancha. Chapa no se quería perder ni un segundo de este Mundial, y sin duda que él junto a Las Leonas lo aprovecharon, al defender y elevar más alto que nunca la bandera Argentina.
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