Independiente campeón, por virtud de su entrenador

Por Matías Enríquez

En Quito (post 2-3), brindó su primer veredicto: «Seremos campeones». En Goiania (post 0-2) ratificó sus dichos, aún cuando su equipo no estuvo a la altura de las circunstancias. Frontal y riguroso de la estrategia, Antonio Ricardo Mohamed sentía que este era su momento como entrenador para obtener un título, luego de sus experiencias en Mexico (Monarcas, Jaguares, Veracruz) y Argentina (Hurácan y Colón).

El 20 de Septiembre, Daniel Garnero y César Luis Menotti abandonaron el barco producto de un equipo que no podía salir de las últimas posiciones. En esa tendencia devoradora de técnicos del fútbol argentino, Dani se vio obligado a presentarle la renuncia al presidente Comparada, al mismo tiempo que El proyecto Menotti quedaba en la nada. Bajo estas condiciones y, de cara al clásico frente al «encendido» Racing, Comparada optó por la contratación de Antonio Mohamed. Turco se hizo cargo al instante del equipo pidiéndole a los simpatizantes mesura y tiempo para con los jugadores. Con su propia metodología, aquella de la comprensión psicológica al jugador y de la mentalidad ganadora, Mohamed logró una victoria inesperada frente a Racing, con gol del joven Báez. Desde allí, comenzó la escalada en el plano internacional.

En la Sudamericana, Independiente tuvo la particularidad de contar con dos entrenadores. La victoria frente a Argentinos (2-1 en el global) fue dirigida por Daniel Garnero, a quien Antonio Mohamed le dedicó y le ameritó el triunfo, el pasado miércoles. De allí en más, Turco tomó las riendas del equipo contra Defensor Sporting en octavos (4-3 global), contra Tolima en cuartos (2-2 global, ventaja gol de visitante), contra Liga de Quito en semis (4-4, ventaja visitante) y contra Goias en la gran final, con la posterior definición por penales.

Independiente salió campeón de un particular torneo por obra y gracia de su entrenador. Le dio la responsabilidad de la capitanía a Eduardo Tuzzio (a pesar de que en la final la haya tenido el verborrágico Matheu). El ex River y San Lorenzo, guerrero de mil batallas coperas, es el jugador emblema de este equipo y merecía este título. Su último penal todavía eriza la piel de los lacrimógenos hinchas de Independiente, presentes en el Libertadores de América. Es el reconocimiento a un tipo que nunca bajó los brazos, más allá de los diversos traspiés que sufrió en su carrera profesional (conflictos personales, lesiones, etc.)

Pero Turco tuvo mucha responsabilidad en la levantada del nivel de Hernán Fredes. Criticado e insultado por los simpatizantes rojos, hoy le reconocen su esfuerzo más que a ninguno. Hipocresía pura, condición constante del simpatizante de cualquier equipo de fútbol en Argentina. El entrenador también supo potenciar a Nico Cabrera (volante todoterreno de enorme despliegue por la banda), Nico Martínez (un juvenil de mucho futuro), Lucas Mareque y Facundo Parra (de oxidado paso por Chacarita).

Desde su llegada a Avellaneda ratificó sus principios, esos que lo llevaron a ser uno de los mejores entrenadores del fútbol argentino, aunque varios peldaños por debajo del fabuloso Alejandro Sabella o del constante Ricardo Gareca. A quince años de aquella epopeya brasileña en Flamengo (Supercopa 95), Independiente revalida su condición de equipo copero. Sin el cuestionado Miguel Ángel López en el banco, Independiente vuelve a enriquecer su historia por virtudes de Antonio Mohamed, el Turco.

Amarretes, por culpa de todos

Por Matías Enríquez

Nadie se atreve a innovar hacia lo diferente. Nadie propone un planteamiento audaz y renovador orientado al buen juego por sobre el resultadismo. La consecuencia es inevitable: el nivel del fútbol argentino es realmente malo. Desde directores técnicos mezquinos y dirigentes incapaces hasta los verborrágicos simpatizantes e incluso los medios, la culpa la tenemos todos.

Hace varios años que el fenómeno comienza a darse con cierta asiduidad. Casi como una ironía del destino, el fútbol argentino ha comenzado a menguar desde la devaluación de los equipos grandes y del progreso del resto de los equipos. River, Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo ya no imponen el respeto que antes, tal es así que, hoy en día, es más difícil sacar un punto en el estadio de Velez o de Estudiantes que en La Bombonera o el Monumental. Ni hablar del resto.

La culpa es de todos. El nivel de los jugadores ha disminuido de forma radical. Más sujetos al esquema táctico que al libre albedrío de sus condiciones innatas, ya no existen los cracks de otras épocas. También son responsables los hinchas, dotados de frenética impaciencia. Si los resultados no se dan en dos o tres fechas empiezan a defenestrar al técnico de turno pidiendo al glorioso entrenador de aquellos años dorados, aún si este estuviese muerto. Así de loco esta el fútbol argentino. En ese sentido, también el periodismo es culpable. Ante el primer cimbronazo colateral del resultado, levantan rumores y suspicacias acelarando la salida del entrenador.

Prisioneros de la presión y la crisis, los entrenadores muchas veces renuncian a sus ideas de juego en pos del resultado. Los que no lo hacen terminan relegados de sus funciones por el nefasto «no cumplimiento de las expectativas». Ellos también son culpables de este presente. Pero sin dudas que la responsabilidad directa de que estos abdiquen a sus ideales es de los dirigentes. Bajo el axioma de la renovación si se pierden tres partidos, los directivos ceden ante las presiones mediaticas y de los simpatizantes y, por consiguiente, actuan desde la subjetividad propia de lo que son: hinchas de un club. Son contados con la mano los proyectos que tienen futuro en un fútbol en donde la vorágine y la impaciencia son moneda corriente.

La octava fecha del Torneo Apertura seguramente será olvidada por todos los amantes de este deporte. Con 13 goles (promediando 1,3 goles por partido) solo un equipo puede salvarse del derrumbe: Velez Sarsfield. El equipo de Gareca propone algo diferente de mitad de cancha hacia arriba pero sufre por sus carencias defensivas. Con poco le basta para ser el líder del certamen. Liderazgo que podria cambiar si el miércoles, Estudiantes vence a su clásico Gimnasia. Precisamente el Pincha, ahora eliminado de los torneos internacionales, es el único con pergaminos suficientes para destronar al equipo de Gareca y hacerse con este Apertura 2010, un torneo demasiado amarrete…por culpa de todos.

Si hay crisis…no se nota

Por Matías Enríquez

Damas y caballeros: que comience el show. Es hora de olvidar el campeonato mundial. Pasó tan rápido que ni tiempo tuvimos de saborear el gol de Palermo a Alemania o el debut del Chino Garcé. No hubo tiempo para nada. Ya nadie se acuerda de que España salió campeón. Grondona, Bilardo y Maradona son tres mosqueteros, amigos íntimos en un circulo de confianza al que nadie puede acceder, salvo Ruggeri. Los secretos están bien guardados y la casa está en orden.

Nuestros ojos futboleros ya no quedarán lastimados por el paupérrimo nivel del Mundial de Sudáfrica y, por suerte, comienza el torneo más apasionante del mundo. Los equipos inician sus temporadas bajo un clima primaveral. El gran desarrollo económico de nuestro país permite que la AFA suba el precio de las entradas (para los desprevenidos que no sabian: a partir de ahora la popular cuesta $50). Y eso que estamos de oferta ¿Cincuenta pesos para ver a los mundialistas Pozo y Garcé? Los hinchas de Colon deberían pagar un excedente. Pero ¿quién se va a quejar? Sí ya se sabe, como dice Don Julio…«todo pasa«.

Se cumplirá un aniversario del Fútbol para Todos que, con calidad técnica de primer nivel y brillantes relatores, nos permitirá ver al Boca de Borghi o el River de Cappa. Jorge Ameal sonrie con la incorporación de todo lo que pidió Bichi Borghi y estructura un equipo prácticamente nuevo con Lucchetti; Caruzzo, Insaurralde, Cellay; Fierro, Medel, Battaglia, Clemente o Escudero; Riquelme (ojo con Cañete); Viatri y Palermo. Y decían que Boca tenia deudas, pero por favor! Passarella no necesitó de grupos inversores para traer a Pavone, Arano, Carrizo, Maidana, Caruso, Acevedo y cia. Los clubes grandes estan en el Olimpo económico con sus deudas al día. Algo que también se da en el fútbol español, al mejor estilo Real Madrid y Barcelona. El nivel es parecido ¿o no?.

A los irregulares Racing e Independiente las arcas le sonrien. Molina y Comparada han hecho un trabajo ejemplar. Al igual que Argentinos Juniors, que ve tan asegurado el bicampeonato que se dio el gusto de dejar ir a Caruzzo, Calderon y Borghi (fundamentales en la conquista del Clausura). All Boys no anda con rodeos: quiere el título mientras despilfarra el dinero contratando más de quince futbolistas. Velez y Estudiantes tratarán de arreglar sus finanzas y jugar un mejor fútbol. Gareca y Sabella tendrán que trabajar un poquito mejor. Con partidos como Arsenal-Lanús, Quilmes-Colón y Banfield-Olimpo, la primer fecha ofrece fútbol de alto vuelo.

Con una economía en crecimiento, era hora de derrochar el dinero en pos de la mejoría del nivel. Es una fórmula comprobada científicamente: mayor movimiento del mercado de pases = optimización del estelar nivel de juego. Culminada la ironía, el fútbol argentino se ha vuelto más competitivo que vistoso. Cualquiera le puede ganar a cualquiera y eso favorece que las personas consuman el producto, así el precio aumente. El nivel de juego todavía deja mucho que desear pero nadie pone en tela de juicio la paridad en el certamen. Esperemos que en este Apertura los equipos se dediquen más a jugar y que sea un certamen a la altura de lo que pide la gente. Un simple pedido de cordura entre tanta locura futbolística.

Huracán, ese viejo estigma del Tolo

Por Matías Enríquez

En diciembre del 2000, River y Boca peleaban el título del Torneo Apertura de dicho año. El conjunto xeneise llegaba como líder, más allá de tener la mente en la Copa Intercontinental frente al Real Madrid. River se aferraba al campeonato como única manifestación viable de alegría en un año que dominó Boca de punta a punta con Copa, Campeonato e Intercontinental. En la fecha 18, el River de Gallego recibía al Huracán de Babington. River ganaba 1 a 0 pero el gol del paraguayo Derlis Soto empató la contienda y el equipo del Tolo debía esperar un milagro en esa última fecha para tratar de alcanzar un nuevo campeonato. Boca triunfó en aquella última jornada y adiós al sueño del tricampeonato para Tolo y sus dirigidos.

En esa misma temporada, en Parque Patricios, el equipo de Gallego volvía a enfrentarse contra Huracán. River peleaba sobre el final el torneo con San Lorenzo en ese Clausura 2001 que consagró al Ingeniero Pellegrini a la gloria. Entre Derlis Soto y el yorugua Gerardo Morales complicaron la continuidad de Gallegro en el Millonario. El 3 a 2 final en favor del Globo le quitó las chances al equipo de Nuñez de consagrarse campeón. Una vez mas, sobre el final del campeonato, Huracan complicaba al Tolo.

Lejano a aquellos tiempos, el pasado fin de semana la historia volvió a repetirse. El modesto Huracán del Chulo Rivoira empato con Independiente y lo sacó de la punta del campeonato. El Rojo no supo quebrar la valla de Monzón y ahora no depende de sí mismo. Aferrado como pocas veces a la manipulación de la suerte, el Tolo sabe que Independiente perdió dos puntos que pueden ser fundamentales de cara al final del campeonato. Ahora el certamen lo lidera Estudiantes, que derrotó 1 a 0 a River en Quilmes.

Gallego argumentó que trabajara en la definición ya que «no puede ser que delanteros como Gandin, Silvera o Nuñez erren esos mano a mano». También dijo que Independiente no esta muerto y que irán a Santa Fe a jugar contra Colón «a muerte». Pero antes se viene un Boca entonado tras la victoria frente a San Lorenzo por 2 a 0.

En el torneo de los chicos, Independiente quiere seguir demostrando que la vigencia de los grandes sigue intacta más allá de los presentes de algunos de ellos. A diferencia de sus epocas millonarias, Gallego sabe que todavia Independiente tiene chances de quedarse con el título y espera volver a repetir el campeonato con el Rojo, como en aquel inolvidable Apertura 2004. Habrá que esperar estas tres fechas para ver cómo se resuelve la historia.

Top Five de la Semana 7/12 – 14/12

Este es el Top Five de la semana, por Tomás Oliveto:

1.       Carlos Tevez: Desde que llegó al City, el jugador de la selección Argentina tuvo su mejor semana. Por la Copa Inglesa convirtió un golazo frente al Arsenal, y el sábado frente al Chelsea, Carlitos le dio de tiro libre el gol de la victoria a su equipo.

2.       Carlos Delfino: Los últimos tres partidos del santafecino para los Bucks fueron muy buenos. Elevó la cantidad de puntos y rebotes por partido, de a poco Delfino está volviendo al nivel NBA.

3.       Independiente: El equipo del Tolo Gallego está realizando una gran campaña y lo demostró en la Bombonera. Con un gran gol de Piatti selló el definitivo 2-1 y así alcanzó los 30 puntos en el torneo.

4.       Luis González: Luego de un comienzo complicado de Liga, en su nuevo club el Olympique de Marsella, Lucho fue la figura en la victoria de su equipo 3-1 frente al Niza. Convirtió el segundo gol de su equipo y ahora espera por el Real Madrid, en la Champions League.

5.       Luciana Aymar: La bella jugadora de las Leonas fue nombrada por sexta vez la mejor jugadora del mundo. Este año la rosarina alzó la Champions Trophy y el torneo argentino con GEBA. Lucha sigue demostrando su talento por el mundo.

Apertura 09: Una definición ¿apasionante?

Por Matías Enríquez

A 5 fechas de que termine el campeonato, hay varios equipos con chances de coronarse campeón. Maquillado por los medios de prensa como un campeonato vibrante y apasionante, el fútbol argentino atraviesa un estado crítico. Con dos líderes absolutos -Newell’s y Banfield- y diez (¡sí, diez!) equipos como escoltas, el torneo esta disparando sus últimos cartuchos.

Este torneo Apertura estuvo signado por la debilidad de los denominados «grandes«. Fe de lo dicho son los casos de River y Boca que, por no alcanzar los puntos necesarios, estarán ausentes en la próxima Copa Libertadores (algo que no sucedia desde 1992). Dentro de nuestros representantes en la cita más importante de clubes de América no estarán los dos equipos más poderosos de Argentina. Desde Avellaneda tampoco hay noticias alentadores; mientras Independiente, el mejor de los grandes en la tabla, no da muestras fehacientes de ser el equipo que se consagre por su irregular juego, en Racing la cosa no esta mucho mejor. Desde la ida de Caruso, Vivas no supo encontrarle la vuelta a un equipo que parece destinado a la promoción. San Lorenzo, uno de los mejores equipos en las primeras fechas, vivió un tsunami de dos semanas que lo dejó prácticamente fuera del campeonato y eliminado de la Sudamericana.

Mientras tanto en la tabla aparecen dos sorprendentes lideres: El Newell’s de Sensini y el Banfield de Falcioni. Los rosarinos cuentan con un juego un tanto más vistoso que los del sur de Buenos Aires. Sin embargo, Banfield no perdió ningún partido en el torneo y, para muchos, será el campeón del fútbol argentino, hecho que sería histórico de concretarse. Con los yoruguas Silva y «Papelito» Fernández como líderes del ataque, el equipo de Falcioni es puro coraje. Tán solo Walter Ervitti y James Rodríguez ofrecen una distorsión del libreto oficial que pregona el inoxidable Falcioni.

Peratta, Schiavi, Bernardi, Fórmica y Boghossian son los nombres que constituyen la columna vertebral del equipo de Sensini. «Boquita» se debe llevar todos los méritos por el descubrimiento de Boghossian y Achucarro. De no haber sido por la brillante campaña de Silva, Boghossian sería el goleador del torneo, sin lugar a dudas. Newell’s enfrentará a Central este domingo para dar el salto necesario, desde lo anímico y lo estadístico, para llegar al tramo final como el gran candidato.

Banfield, Newell’s y cualquier otro puede ser campeón en un abánico de nombres que van desde Colón hasta Lanús pasando por Velez, Estudiantes, Independiente y el propio Central. En cinco semanas, el torneo dará un nombre que será archivado en los libros por el mero hecho de ser campeón. Pero que no hayan dudas: en unos años, nadie recordará al campeónde este certamen más allá del rótulo. Ningún equipo ofrece algo interesante e innovador. Tán sólo el Huracán del verborrágico Cappa se animó a «algo distinto» en el Clausura 09, pero la inexistente justicia del fútbol le jugó una mala pasada (hablando de justicia, un modesto pedido a la FIFA: Francia vs. Irlanda debería jugarse de nuevo para limpiar un poco la imagen en el deporte).

Distribuido como «El fútbol es de todos», el Estado no supo sacar réditos de un negocio que no falla. Solamente una pésima administración no puede sacarle ganancias a una auténtica «mina de oro» como es el fútbol en nuestro país. Las transmisiones de los partidos son tremendamente aburridas y los comerciales destiñen la vista con propaganda oficialista ‘a rolete’. Con el deseo de nacionalizar el torneo, al gobierno se le cegó la vista a la hora de conseguir auspiciantes. Es incomprensible que el fútbol otorge números rojos a las arcas del Estado.

A pesar de todo, el certámen llega a sus momentos finales. Mientras Cristina ruega para que Gimnasia escape de la promoción, Nestor se lamenta por la campaña de su débil Racing. La política y el deporte vuelven a mezclarse en un torneo que es el fiel reflejo de la clase política que nos gobierna: sin ideas nuevas, poco vistoso y sin lugar a dudas, con una fuerte carencia figuras.

De Milito a Milito: el clásico de Avellaneda

Por Matías Enríquez

Allá por 1997, Gabriel Milito se ponía por primera vez la camiseta de Independiente. Idolatrado por los hinchas del Rojo, fue el líder defensivo del equipo desde 1997 hasta 2003 de forma ininterrumpida. Su experiencia en Europa debio esperar, luego de que el Real Madrid manosee su figura. Omitida en sus recuerdos, aquella experiencia en Madrid lo lleno de hambre. Y eso se vio en Zaragoza, donde fue líder del equipo y figura desde 2003 hasta 2007, cuando fichó por el Barcelona. La revancha para con el Madrid estaba en marcha.

Citado por Pekerman y por Basile en algunas oportunidades, Gabriel Milito comenzó a ser el jugador que tanto prometía hasta que una fatídica lesión lo dejo fuera de la actividad por un tiempo. Intervenido en ambas rodillas por una lesión tan dolorosa como extraordinaria (aún para propios estudiantes de medicina), Gabriel Milito vuelve a ser noticia porque esta empezando a tener contacto con el balón en los entrenamientos del Barca. Mientras espera el alta definitiva, Gaby sueña con volver a la zaga del blaugrana y, porque no, ocupar el puesto de zaguero central que dejó vacante en la selección argentina.

Mientras el Milito menor planifica su vuelta a las canchas, el Milito mayor está en su momento más dulce.

Que tiempos aquellos. Gaby, líder del Rojo. Diego, goleador de la Acade.

En 1999 debutaba Diego Milito en un áspero partido entre Racing y Unión de Santa Fe. En Avellaneda se hizo ídolo, más allá de haber estado hasta 2003. Su legado más brillante es haber sido uno de los mejores jugadores en aquel torneo Apertura 2001, inolvidable para el hincha de Racing. Mostaza Merlo y su «paso a paso» le daban a Racing un título que se hizo esperar por más de 35 años. En aquel equipo, Diegol era el goleador indiscutido. Paradójicamente, ese  fue su único título como profesional.. Por lo menos hasta ahora.

Luego de su paso por el Genoa (en dos tandas y donde jugó en la pasada temporada) y por el Zaragoza (donde compartió equipo con su hermano), Diego Milito recaló en el Inter de Milán. Junto a Samuel Eto’o tienen la ardua tarea de suplantar a Ibrahimovic, pero eso parece no pesarle. En la actual temporada, los tifosi neroazzurros ya lo adoran. Lleva 4 goles en igual cantidad de partidos y su nombre es noticia por la brillante actuación del miércoles frente al Napoli, con doblete incluido. Sus compañeros y el propio narcisista Mourinho ya reconocen que el pase de «el Príncipe» al Inter resultó un gran acierto.

Se enfrentaron en muy pocas ocasiones en un campo de juego. Precisamente, uno de esos enfrentamientos ocurrió cuando ambos jugaban en los equipos de Avellaneda. Con Mamá Mirta y Papá Jorge en la platea, ambos protagonizaron un hecho insólito en aquella tarde de marzo del 2003. El empate de ese derby quedó en un segundo plano. Todos recordarán cuando Diego pidió que amonesten a Gabriel por una tremenda falta del zaguero de Independiente. Intercambios dialécticos subidos de tono sorprendieron al propio Horacio Elizondo –árbitro del partido y ex profesor de gimnasia del colegio de ambos– y a sus padres. Pasaron 6 años de esta anécdota, que no es traída en vano.

A pocos dias del derby de Avellaneda entre Racing e Independiente, los hermanos, símbolos de uno y otro equipo, disfrutarán del partido en sus comodas casas de Europa. Mientras Racing buscará salir de esta incómoda situación, Independiente tratará de que a las palabras de Gallego («Se puede soñar con el campeonato») no se las lleve el viento. Desde España y Italia, los Milito podrán vivir el partido con mayor tranquilidad. Un verdadero alivio para Mama Mirta y Papa Jorge.

Grandes en problemas

Por Tomás Oliveto

Después de idas y venidas la pelota comenzó a ser la verdadera protagonista del Torneo Apertura 2009. La primer fecha del certamen dejó incertidumbres, sobre todo en los equipos grandes.

Sin duda que River Plate es uno de los equipos grandes con más problemas en la actualidad. La pasada temporada fue una de las peores de su historia, y este nuevo torneo lo arrancó de la misma manera. Luego de la derrota entre semana frente a Lanús por la Copa Sudamericana, el conjunto millonario, debutó en el torneo local ante Banfield con otra derrota. El resultado, claro que es de suma trascendencia, pero lo que preocupa es la forma. Un equipo que parece sin actitud desde el comienzo, con errores muy infantiles en defensa que le costaron los goles (en ambos casos protagonizados por Gustavo Cabral), y encima prescindió en el primer tiempo de uno de sus mejores jugadores como lo es Buonanotte. Claro está,  tanto Gallardo como Ortega necesitan el acompañamiento de todo el equipo, por eso resulta insólito haber visto la primera etapa sin Buonanotte dentro del campo de juego. River no juega bien, no encuentra un patrón colectivo de juego y encima no gana. Pero a todo esto hay que sumarle nuevos problemas: Augusto Fernandez, que el último domingo fue titular, fue transferido al Saint Etienne de Francia, el plantel parece haberle quitado el apoyo a Gorosito y los hinchas ya han perdido la paciencia.

Del otro lado de la vereda no todo es color de rosas. Nos podríamos quedar en el simple análisis y decir que Boca levantó un partido que parecía perdido frente a Argentinos Juniors. Pero en el juego, el conjunto xeneize dejó mucho que desear. Durante todo el partido, se lo notó perdido en la cancha. Extrañó en demasía a Riquelme, ya que ni Gaitán ni el propio Insua se hicieron eje del equipo de Basile. Los delanteros parecían muy aislados del resto del equipo, y solo se limitó a atacar por medio de los centros buscando la cabeza de Palermo. El xeneise tuvo grandes problemas en la defensa, sobre todo con las pelotas aéreas tanto paradas como en movimiento. Los dos goles del conjunto de la Paternal evidencian esta gran falla. Dos centros cruzados a la espalda del central, que el lateral no logra cerrar y el delantero se anticipa. Aspectos que Boca deberá mejorar si no quiere seguir perdiendo puntos en el Torneo.

Por Avellaneda las cosas no andan mucho mejor. Luego de haber finalizado de gran forma el último torneo, Racing comenzaba el actual con ciertas expectativas. Pero estas nuevas ilusiones se quedaron en Rosario. En un partido muy malo, el conjunto de Avellaneda cayó frente a Central por 1-0. El equipo de Caruso Lombardi estuvo muy impreciso y llegó pocas veces con claridad al arco rival y esto lo aprovechó el conjunto canalla. Racing si quiere aspirar, como dicen sus jugadores, a clasificar a las Copas del año que viene, deberá cambiar totalmente su postura dentro del campo de juego. Por su parte, Independiente sigue con su racha negativa. Perdió 1-0 frente a Newell´s como local y una vez más mostró una imagen muy pálida. Si bien Gallego se encargó de decir que en este torneo Independiente estaba para pelear entre los tres primeros, su equipo conserva la base del plantel que lo dejó en el fondo de la tabla en el torneo pasado. Es más, el mejor jugador del equipo, el Rolfi Montenegro, fue transferido, por eso el Tolo tendrá mucho trabajo para que el Rojo mejore en su andamiaje.

No obstante, San Lorenzo fue el único de los grandes que cosechó los tres puntos en la primera fecha. Venció por 3-1 a Atlético de Tucumán con un gol bastante polémico. Pero  Simeone a pesar de la victoria, tiene un gran dolor de cabeza. Su goleador Gonzalo Bergessio fue transferido en el día de hoy al Saint Etienne francés y ahora tendrá que salir en busca de un delantero que lo pueda reemplazar en un mercado que no está para nada fácil. Por eso San Lorenzo, ya extraña a Bergessio.

La realidad de los clubes grandes de la Argentina luego de la primera fecha es  un tanto compleja, totalmente contrapuesta a la situación de equipos como Lanus, Vélez y Estudiantes que, a pesar del poco rodaje en lo futbolístico, son equipos que ganan dentro y fuera de la cancha.