Troicki, el héroe-villano que llevó a Serbia a la gloria

Por Matías Enríquez

Troicki. Héroe y villano.

El mundo se desmoronaba para Victor Troicki. Cada pelota que infiltraba en la red parecía la última estocada. El murmullo en el estadio posterior a sus drives se hacia insostenible. Su compañero del dobles, Nenad «Ziki» Zimonjić no sabía como mirarlo a los ojos. El campeón en la disciplina de dobles en Wimbledon 2008 y 2009 y, Roland Garros 2010, extrañaba a su compañero canadiense Daniel Nestor. El final 1-2 para los serbios tras un enorme match de Michael Llodra y Arnaud Clement dejaba a los franceses muy cerca de volver a consagrarse en la Davis. Serbia, desorientada, traía al recuerdo la final Argentina-España en MDQ 08.

En el tercer día, Novak Djokovic supo capitalizar la tensión y presión que se sentia en el aire del Beogradska Arena de Belgrado. Su 6-2, 6-2 y 6-4 por sobre Gael Monfils depositaba a Serbia ante una oportunidad única en su historia: consagrarse campeón de la Copa Davis. Pero para ello, todavía reinaba la incertidumbre de quienes serían los intérpretes del 5to. punto. Los capitanes de los equipos apostaron por patear el tablero, en relación al primer día.

Ni Gilles Simon (derrotado por Nole en sets corridos) ni Janko Tipsarević (arrasado por Monfils en sets corridos) salieron a la pista. En lugar de Simon, Guy Forget optó por el experimentado Llodrá mientras que Bogdan Obradovic decidió que, más allá de su lamentable participación en el dobles. Era un partido que podía estar abierto para cualquiera de los dos.

En la primera manga se vio la tendencia de todo el partido. Troicki, todavia tenso por su performance en el dobles, no atacaba a Llodrá, lo respetaba demasiado. El francés demostraba estar demasiado errático con su zurda y Troicki comenzó a profundizar su juego en las falencias del galo. Con el 6-2, 6-2 y 6-3, el estadio comenzó a corear su nombre. Los ahora pelados (producto de una promesa grupal), Djokovic y Troicki levantaban la primera ensaladera para la historia de Serbia y el público se rompía las palmas de las manos en señal de alegría y orgullo. Termina la Copa Davis con una final acorde a la dimensión de este trofeo. Estados de ánimo antagónicos, es momento de reconocer la labor de Victor Troicki, el villano del dobles que se recibió de héroe en el singles.